La importancia de discriminar información en Internet
El uso de Internet para buscar información con fines de estudio se va
incorporando rápidamente a las prácticas pedagógicas en los distintos niveles
educativos. En el ámbito universitario ya hace más de una década que las
búsquedas en Internet se han hecho indispensables. Pero también en la educación
básica se recurre a esa tecnología con creciente frecuencia y en edades cada
vez más tempranas. Sin embargo, los educadores manifiestan inquietud por la
manera en que los jóvenes estudiantes realizan las búsquedas. Suelen decir que
se limitan a poner una palabra de búsqueda en Google, entran al primer
resultado, copian y pegan, casi sin leer lo que han seleccionado y mucho menos
planteándose alguna pregunta acerca de la validez de la información obtenida.
¿Hacen esto porque son incapaces de abordar cuestiones de validez y
confiabilidad? ¿La manera de plantear el problema, en términos didácticos,
contribuye a que esas cuestiones sean invisibles?
Hay investigaciones didácticas con niños de los últimos grados de la escuela primaria y la escuela media que muestran la posibilidad de plantear problemas que suscitan la discusión en grupo y la puesta en práctica de estrategias de búsqueda, selección y evaluación de las informaciones que se van encontrando. Niños de esas edades parecen estar disponibles, bajo ciertas condiciones, para considerar problemáticas complejas relativas a la confiabilidad de la información. Se espera de los jóvenes de niveles educativos superiores una mayor autonomía en la búsqueda de información en Internet. Por eso es importante saber si jóvenes que acaban de terminar el nivel secundario y aspiran a ser estudiantes universitarios tienen recursos para tomar decisiones en la selección de información con fines de estudio. Hay dos modos de hacerlo: encuestas o algún tipo de entrevista. Las encuestas permiten obtener datos de cientos o miles de individuos para poder caracterizar a cierto tipo de población. Esta ventaja cuantitativa de las encuestas tiene la limitación de obtener datos de tipo declarativo a través de preguntas de opción múltiple. Por supuesto, se pueden plantear preguntas abiertas pero son muy difíciles de analizar y categorizar para tratarlas al mismo nivel que las preguntas cerradas. Las entrevistas individuales, en parejas o en pequeños grupos, por su parte, tienen la ventaja de la flexibilidad y la adecuación a los casos singulares, siendo su desventaja evidente la imposibilidad de caracterizar, a partir de pocos casos, a un grupo numéricamente importante.
Hay investigaciones didácticas con niños de los últimos grados de la escuela primaria y la escuela media que muestran la posibilidad de plantear problemas que suscitan la discusión en grupo y la puesta en práctica de estrategias de búsqueda, selección y evaluación de las informaciones que se van encontrando. Niños de esas edades parecen estar disponibles, bajo ciertas condiciones, para considerar problemáticas complejas relativas a la confiabilidad de la información. Se espera de los jóvenes de niveles educativos superiores una mayor autonomía en la búsqueda de información en Internet. Por eso es importante saber si jóvenes que acaban de terminar el nivel secundario y aspiran a ser estudiantes universitarios tienen recursos para tomar decisiones en la selección de información con fines de estudio. Hay dos modos de hacerlo: encuestas o algún tipo de entrevista. Las encuestas permiten obtener datos de cientos o miles de individuos para poder caracterizar a cierto tipo de población. Esta ventaja cuantitativa de las encuestas tiene la limitación de obtener datos de tipo declarativo a través de preguntas de opción múltiple. Por supuesto, se pueden plantear preguntas abiertas pero son muy difíciles de analizar y categorizar para tratarlas al mismo nivel que las preguntas cerradas. Las entrevistas individuales, en parejas o en pequeños grupos, por su parte, tienen la ventaja de la flexibilidad y la adecuación a los casos singulares, siendo su desventaja evidente la imposibilidad de caracterizar, a partir de pocos casos, a un grupo numéricamente importante.
Lo mejor que nosotros podemos hacer para realizar un buen trabajo es tener en cuenta que no siempre vamos a encontrar información cien por ciento verídica, lo que debemos hacer para nosotros poder encontrar la mejor información es investigar en diversas fuentes confiables como libros para darnos una idea de lo que debemos encontrar, después de eso debemos buscar las fuentes con autores reconocidos, fechas de publicación y edición etc.
Así tenemos en cuenta de como podremos estar seguros de que encontraremos la información correcta en las diversas investigaciones que debamos consultar en un futuro.
En el siguiente video se verá como podremos hacer una evaluación con la información que encontremos, para nosotros deliberar que información nos conviene descartar o que información nos conviene guardar.
A continuación daré a conocer un caso de como a las personas se les da mal una información sobre un diagnóstico de salud mal dado
Bibliografía
Kriscautzky, M. (2014).
Educ. Pesqui., São Paulo. Obtenido de La confiabilidad de la
información en Internet:: http://www.scielo.br/pdf/ep/v40n4/04.pdf
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